Expertos en arquitectura explican que equipamientos y materiales deben incluir los baños accesibles para personas mayores
La accesibilidad es un concepto que va ganando peso en nuestra sociedad. Cada vez es más común que los lugares de nuestro entorno sean más accesibles, ya sea un medio de transporte, un establecimiento, un cuarto de baño o una vivienda.
Desde la web Plataforma Arquitectura señalan que los ambientes seguros y bien diseñados buscan reducir el riesgo de accidente, reduciendo el tiempo de respuesta en caso de caída. Todo ello se hace siempre con vistas a mejorar la calidad de vida.
Es algo muy sencillo. Las personas mayores son más susceptibles a accidentes domésticos por diversos problemas como la reducción de la flexibilidad, los reflejos y la musculatura corporal. A esto se le suma el empeoramiento de la visión y la audición.
De hecho, según un documento del Ministerio de Salud de Brasil, que recoge la citada plataforma experta en arquitectura, «se estima que uno de cada tres personas mayores de 65 años sufrirán caídas».
Además, señala que «uno de cada veinte de los que han sufrido una caída sufre una fractura o requiere hospitalización. Entre los mayores de 80 años o más, el 40% se cae una vez al menos todos los años».
En las personas mayores, una caía puede reducir la esperanza y calidad de vida. La mayoría de este tipo de accidentes se produce en las propias viviendas, en zonas húmedas como el baño o la cocina.
Un cuarto de baño independiente
Por ejemplo, en el cuarto de baño, los peligros más comunes son:
- Duchas.
- Inodoros que están demasiado bajos
- Inexistencia o falta de barras de apoyo.
- Obstáculos innecesarios.
Para asegurar que la vivienda cuente con los criterios de accesibilidad, se debe de intentar acabar con estos peligros que ponen en riesgo la vida de las personas mayores o con discapacidad.